Miedo a escribir de ti

He pasado horas frente al papel, con el temor sobre la piel;

describirte siempre me da escalofríos, mis manos frías,

¿quién eres tú hoy y ayer?, alguna palabra para ti debe de haber,

es eso lo que tanto miedo me da, traerte a ti al presente, otra vez.

Si pudieras sentir el temblor al escribir, la ansiedad y el sorbo de café,

el tintineo del nerviosismo y las ganas de postergar tus poemas,

los poemas que llevan tu nombre como destinatario, todos inconclusos,

todos ellos sin un final y a la vez con uno, porque así terminó.

Definirte, plasmarte, grabarte, es estar expuesta a extrañarte,

a anhelar un último de tus besos, a cerrar los ojos y recordarte,

a musitar tu nombre, y hacer vívida mi debilidad a tu perfume,

a viajar atrás y ver otra vez como todo lo que construimos se consume.

Hoy, escribir de ti me cuesta meses, es esto de la herida

la que mantiene varado el deseo de olvidarte al final del verano.

Hoy recordar, me ha hecho pensar cuan feliz me hacías,

y las veces que te hice el amor con mis poemas en prosa…

los que odiabas…

Y cuando empiezo a divagar, llega el arrepentimiento,

son decisiones…

es lo mejor…

tiene que serlo…

Por eso, te he dejado hasta el final.