
He guardado un poco de mí en cuadernos que sabía algún día, formarían parte de una máquina del tiempo, tanto en momentos difíciles como en momentos de profunda alegría, para recordarme lo que soy, lo que quiero, de dónde vengo y a donde voy; para dejarme a mí misma en claro que basta algo tan simple para echarme a volar de nuevo a las nubes, y continuar.